Descubre las propuestas económicas de Marine Le Pen y su impacto en la economía de Francia. Analizamos la ideología del Frente Nacional y el plan económico que podría transformar el país. Lee más sobre los desafíos y oportunidades de este enfoque económico.
Marine Le Pen está en boca de todos tras la victoria de su partido, Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés), en la primera vuelta de las elecciones francesas. El apellido Le Pen ha estado presente en la política europea desde 1972, año en el cual Jean-Marie Le Pen fundó el Frente Nacional. Fue su presidente hasta 2011, cuando su hija Marine asumió el cargo. Desde entonces, el frente ha moderado su discurso, expulsando a algunos de sus miembros más radicales, incluido el propio fundador. Además, cambió el nombre al actual, todo con el objetivo de quitarse el estigma de ser la extrema derecha. A pesar de haber abandonado algunos de sus rasgos y propuestas originales, como el antisemitismo, la salida de la Unión Europea y posiciones más duras sobre la inmigración, sigue siendo el partido con representación más a la derecha del tablero político francés.
Cuando se analiza el fenómeno político de Le Pen, sus medidas económicas tienden a pasar desapercibidas, pues su discurso sobre inmigración o soberanía nacional es más llamativo. Pero es de vital importancia saber qué propone. Primero, para poder entender el discurso en su conjunto. Y segundo, para saber cómo esto afectaría a la economía francesa, que conviene recordar es la séptima economía del mundo y la segunda de la Unión Europea. Lo que pase en Francia nos afecta enormemente.
Las propuestas económicas de Marine Le Pen tienen un marcado corte proteccionista. Buscando dificultar la importación de productos extranjeros, propone que un 80 % de los productos servidos en restaurantes sean de origen francés, además de aumentar los aranceles. También planea otorgar ayudas a las empresas nacionales, como un subsidio para aquellas que contraten a menores de 30 años.
Le Pen también presenta propuestas de política fiscal expansiva que buscan aumentar el consumo mediante la reducción de impuestos, específicamente del IVA, y el aumento del gasto público, como la derogación de la ley de pensiones de Macron, que redujo las mismas. Estas medidas suelen ser muy populares entre la población y están presentes en las propuestas de cualquier partido con tendencias populistas.
Las medidas del presidente Le Pen vienen caracterizadas por contener una política fiscal expansiva.
Sin embargo, Le Pen es consciente de que estas medidas agravarían el ya considerable problema de deuda que tiene Francia, siendo el país galo el más endeudado después de Japón y Estados Unidos en términos absolutos, y acumulando un 5,5 % de déficit en 2023.
Para evitar una posible crisis de deuda, Le Pen pretende reducir el gasto público excluyendo a los no franceses de los subsidios estatales. Además, busca dar una imagen comedida, postergando las bajadas de impuestos y el aumento del gasto, para evitar el escepticismo entre los inversores y mostrar una futura gestión seria.
Las propuestas de RN se enmarcan dentro de lo que suele conocerse como nacionalismo económico. Este se caracteriza por priorizar la industria y los productos nacionales mediante aranceles y otras trabas a la importación, así como subsidios a empresas locales. Para los nacionalistas económicos, la creación de una economía menos dependiente del exterior garantiza, por un lado, la soberanía nacional al asegurar el respeto a los intereses nacionales, y por otro, mejora la economía del país, ya que aumenta la producción interna y mejora la balanza comercial (exportación-importación).
Le Pen también tiene un marcado carácter antiglobalización, pues considera que esta atenta contra la soberanía e identidad nacional. Además, sostiene que la globalización atacaría y dañaría especialmente a los países desarrollados como Francia, siendo estos los más damnificados. La competencia desleal ejercida por países con salarios más bajos y regulaciones más laxas borraría su cultura y dañaría su economía.
Otro ataque a la soberanía francesa sería el planteamiento actual de la Unión Europea. Le Pen propone una reforma desde dentro, reforzando las fronteras, reduciendo las contribuciones realizadas por Francia y haciendo a esta en general más respetuosa con la soberanía nacional. Cabe recalcar que, históricamente, la posición de Le Pen había sido la de ruptura con la UE, aunque esta haya cambiado.
Es complicado predecir el impacto en la economía francesa, sobre todo porque, aunque Le Pen haya ganado la primera vuelta, todavía no se sabe si acabará siendo presidente ni cuál será la conformación del parlamento. Por lo pronto, la prima de riesgo (diferencia entre el riesgo y el interés que recibe un inversor) francesa ha caído, es decir, los mercados valoran la deuda francesa como más segura. Además, el CAC 40 (índice bursátil con las acciones de las 40 empresas francesas más grandes) subió hasta un 5 %. Sin embargo, cuando Le Pen ganó las elecciones europeas, ocurrió lo contrario.
Según un análisis previo de BNP Paribas, el banco europeo y francés más grande por volumen de activos, lo que más sentido tendría es que los mercados están previendo un gobierno impotente. En ese escenario, que resultaría en la prolongación de los anteriores presupuestos, se traería, según las estimaciones, menor deuda, la cual es el principal problema de la economía francesa. Lo que acabará sucediendo aún es difícil de prever.
El programa de Le Pen no está exento de críticas, y sus medidas económicas no iban a ser menos. Por un lado, están las críticas a sus medidas proteccionistas, que, para sus detractores, generan una industria poco competitiva y con productos de baja calidad. Esto termina dejando al país atrasado y consumiendo productos peores y más caros. También se critica lo populista de algunas de sus medidas. Por ejemplo, que solo los franceses puedan acceder a las ayudas estatales no supondrá un cambio importante en el gasto público, al igual que la bajada del IVA, postergada indefinidamente, y la subida de las pensiones.
Las principales críticas a las medidas implantadas por Le Pen se centran poca competitividad de la industria francesa.
Lo que más temen los expertos de un posible gobierno de Le Pen es un aumento de la deuda. Si bien es cierto que esto también se espera pase lo que pase, pues el resto de opciones también proponen un aumento del gasto público, especialmente en pensiones. Aunque el Nuevo Frente Popular también propone la creación de nuevos impuestos y el aumento de los existentes, esto afectaría solamente a las grandes fortunas. Incluso, aún con estos nuevos impuestos, en un escenario en el que el NFP gobernase, la deuda alcanzaría el 121 % del PIB, un 3 % más que con Le Pen en la presidencia. Por su parte, el partido Ensemble (Macron) propone seguir el rumbo y las medidas de la última legislatura: medidas de gestión, más que de ideología, reformando y cambiando el mínimo número de cosas posibles.
Trasladar casos históricos en economía es complicado, pues las condiciones de cada caso son muy particulares. Sin embargo, siempre se pueden extraer conclusiones y posibles efectos. Un caso reciente de implementación del proteccionismo fue el de Estados Unidos con Trump. Este obtuvo buenos resultados: aumentó la producción y redujo el desempleo a su nivel más bajo en 50 años en aquel momento, al 3.5 %.
Históricamente, el proteccionismo ha servido para mejorar la industria cuando esta no es competitiva y necesita ayuda para mantenerse. Se suele recurrir al proteccionismo tras crisis; un ejemplo destacado son los años posteriores a la Gran Depresión, época muy proteccionista en todo el mundo desarrollado. Francia misma quizás podría beneficiarse de este enfoque proteccionista.
El futuro gobierno de Francia todavía es incierto, pero está claro que asumirá su cargo en un contexto económico complicado, con una deuda y un déficit crecientes. No se sabe si las decisiones que tomaría Le Pen serían acertadas ni si se parecerán a las propuestas actuales. Quizás estemos entrando en un nuevo período de proteccionismo y nacionalismo, lo cual traerá múltiples y variadas consecuencias. En el ámbito económico, estas medidas podrían resultar beneficiosas para los países que las implementen.
Introducción |
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Propuestas económicas de Marine Le Pen |
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Ideología económica de Agrupación Nacional |
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Impacto potencial en la economía francesa |
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Desafios y críticas al programa de Le Pen |
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Casos históricos |
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