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17 Apr
17Apr

Una de las alternativas que tienen las familias para invertir parte de sus ahorros es invertir en acciones y fondos que reparten dividendo.

¿QUÉ SON LOS DIVIDENDOS?

Son la porción de los beneficios que la empresa reparte entre sus accionistas proporcionalmente al número de acciones. 

La porción que no se reparte se queda dentro de la empresa en forma de reservas.

Las acciones y fondos que reparten dividendo pagan periódicamente una cantidad de dinero a sus inversores, generando una rentabilidad como los bonos o las propiedades inmobiliarias.

¿CUÁNDO SÍ NOS INTERESA INVERTIR POR DIVIDENDOS?

Invertir de esta forma puede resultar atractivo cuando se dé alguna de las siguientes condiciones:

  1. Pretendemos complementar nuestra renta con ingresos procedentes de dividendo. Los dividendos son una buena forma de complementar nuestros ingresos habituales ya que tributan a un tipo aproximado del 20%, habitualmente menor que las rentas del trabajo.
  2. Cuando existen tipos de interés bajos. En este contexto ni los depósitos ni los bonos suelen ofrecer rentabilidades atractivas, por lo que invertir en empresas y fondos de alto dividendo es una alternativa atractiva para compensar esas bajas rentabilidades.
  3. Cuando se tenga una cantidad de ahorro sustancial. Se considera un dividendo elevado aquel que alcanza el 8-10% de la inversión realizada, por lo que para obtener una cantidad de dinero atractiva y que pueda mejorar nuestra calidad de vida en el día a día es importante contar con una cantidad inicial de ahorro relevante. Si invertimos en empresas que distribuyen un dividendo del 5% anual y tenemos invertidos, por ejemplo, 10.000 euros, apenas recibiremos 500 euros al año a los que habrá que descontarle el 20% de retención, por lo que puede no ser lo que buscamos

¿CUÁNDO SÍ NOS INTERESA INVERTIR POR DIVIDENDOS?

Cuando queramos maximizar el valor de nuestra inversión en el largo plazo.

Las empresas que pagan dividendos atractivos suelen encontrarse en un período de madurez y por tanto su potencial de crecimiento es más reducido. Además, cobrando dividendo vemos reducido sistemáticamente nuestro beneficio en el porcentaje correspondiente a la retención de Hacienda, mientras que si mantenemos la inversión los incrementos de valor no tributarán.

Por tanto, para una persona o familia que no necesite complementar su renta y quiera maximizar el valor de su inversión en el largo plazo, invertir por dividendos podría no ser la opción más atractiva al tener un importante coste de oportunidad.