tiempo estimado de lectura : 1
10 Sep
10Sep

Desde un punto de vista financiero, siempre será mejor cobrar con más rapidez de lo que se paga. Tener el dinero en nuestro poder nos permite tener mayor liquidez, mejor solvencia y poder obtener rentabilidad de esos fondos. No hay razón para pagar antes de tiempo si podemos utilizar ese dinero para obtener mejores rendimientos.


Por ejemplo, si un ahorrador tiene una hipoteca a los tipos de interés actuales, que no suelen superar el 1%, no tendría sentido amortizarla anticipadamente pudiendo invertir ese dinero en renta variable que, desde el año pasado, ha dado rendimientos de prácticamente el 100%. El beneficio de esa inversión supera ampliamente el coste de nuestra deuda.


Obviamente, el refrán está expresado en clave de humor y no es recomendable retrasar hasta el extremo todos los pagos. Además, pueden existir buenos motivos para pagar anticipadamente: reducir el nivel de deuda cuando éste pueda ser excesivo o tratar bien a los proveedores, por ejemplo.


No obstante, y como regla general, ningún ahorrador debería subestimar esta regla:
El dinero, cuanto más tiempo en tu bolsillo, mejor.